Vamos a limpiar un poco el motor.

Lo primero que he hecho, antes de llevarme la Vespa a un lugar más apropiado para trabajar con ella, ha sido limpiar el motor. A pesar de que está en un muy buen estado de funcionamiento, éste presenta (o presentaba) muchísima suciedad, propia de haber sido usada durante muchos años. Además, esa suciedad (barro, aceite, alquitrán...) estaba endurecido a causa del tiempo.

Lo más importante ha sido tener paciencia (he tardado en torno a las dos horas) e intentar ser metódico. El instrumental: un litro de gasoil dentro de un pulverizador, una lija, un cepillo de dientes viejo, un pincel y un destornillador de punta gruesa.

• Este es el aspecto que presentaba el motor al principio:

Antes: grasa y más grasa.

Como podéis ver, no se distingue nada mecánico, es una simple "bola de grasa negra". Lo que más me ha costado ha sido limpiar el plato magnético, dado que no he desmontado nada. He tenido que alternar entre limpiarlo a motor parado con un cepillo y secarlo con el motor en marcha para que la fuerza centrífuga del plato sacara la suciedad fuera.

• Aspecto del motor después de la limpieza superficial:

Después: grasa la justa.

Fijaos en que ya se puede ver el color gris original del motor, selector de cambios, el plato magnético... De todas formas he de decir que aún queda bastante para terminar de "curiosear" el motor. Lo próximo que haré será pintar con pintura acalórica negra mate el cubrecilindro y la parte que envuelve el plato magnético, que presenta algo de óxido superficial.

Y por hoy ya está bien.

Materiales y precio:

• 0,75 litros de gasoil - 1€ en Cepsa.
• Pincel grueso - 4 unidades 1,20€ en un establecimiento 24h.
• Destornillador - Ya lo tenía.
• Lija - Me quedaba también un pequeño retal.

Precio total aproximado: 1,30€