Seguimos decapando

Hoy hemos hecho otras tantas cosas.

Lo que más tiempo ha llevado -y que ya se empieza a volver pesado- ha sido intentar terminar el decapado. Ya solo nos quedan los bajos y el guardabarros. Los cofanos están terminados también. Hay que ver qué trabajo dan las juntas y las zonas angulosas. Ha costado especial trabajo decapar el "cabezón" del faro y todas las zonas que tienen ángulos. Ha sido necesario, en algunos casos en los que la Decapower no entraba, decapar a mano, con lija y decapante. Después se ha imprimado y hemos empezado a enmasillar. Parecía fácil, pero la masilla es muy densa y seca bastante rápido.

Por fin sin la maldita guantera.

La foto de arriba es justo al empezar el trabajo de hoy. Ha habido que quitar la guantera y no había manera, los tornillos patinaban y estaban muy inaccesibles. Después de más de media hora ha salido. La siguiente foto muestra el aspecto después de aplicarle la imprimación a todo lo decapado:

¿Mejor sin guantera?

 Y así ha quedado al darle con la masilla para tapar imperfecciones:

El asiento da un plus de motivación.

Y por último, lo que se ha hecho ha sido limpiar la carbonilla del tubo de escape. Para ello, ha sido de gran utilidad leer foros y opiniones de gente que ha hecho lo mismo.
El método que aparece en numerosas páginas consiste en poner al fuego durante un rato el escape para que se queme toda la carbonilla del interior. Para ayudar a dejarlo lo más limpio posible he metido algo de gasolina dentro. No sé decir si lo he hecho bien o mal, cuando lo instalemos en el motor veremos si se nota mejoría.

"A la parrilla sabe mejor".

Muy míticas.

¡Muy buena Ramón!

Esta semana un amigo ha tenido otro detalle conmigo. ¡Así da gusto! Mi amigo Ramón me ha facilitado unas faldillas originales de Vespa de la época. Trabaja en un negocio de recambios de motocicletas y, dado que ahora las viejas Vespas se han convertido en "clásicas", las están volviendo a fabricar. Se nota que son de calidad. Por si os interesa, esta es su web:
http://www.metalmena.es/




Esto es todo por esta semana. La próxima entrada del blog será ya después de Semana Santa. No se va a hacer ningún adelanto con la Vespa hasta entonces. ¡Así se coge con más ganas!

Poco a poco

Domingo 18 de marzo.

Este día no hemos avanzado demasiado. Parece que las cosas se van ralentizando: arreglamos una cosa y se rompen otras dos; preparas una zona y aparecen otros desperfectos...

No obstante, hemos dado varios pequeños pasos, a saber:

• Llantas:

Se han lijado a máquina y se les ha dado convertidor de óxido. Después, se han imprimado y finalmente pintado de color marrón. Una de ellas, la trasera, ha habido que tirarla al no poder desmontarla, ya que las cabezas de dos tuercas estaban corridas y la llave patinaba. Habrá que comprarla nueva.

El resultado de las llantas pintadas:

 

Como podéis ver, también se ha pintado la barra de dirección y el tambor de freno con pintura acalórica. Antes de pintarlo se ha limpiado en profundidad de barro y grasa. Se han puesto tuercas nuevas.

 

Preparando el tambor trasero para ser pintado.

 

Jaime lijando una llanta.

• Otra cosa que hicimos fue poner un cable de acelerador nuevo. Fue toda una odisea, ya que tampoco teníamos la funda y hubo que pasar la nueva por dentro del chasis. También fue necesario desmontar el filtro del aire, parte del carburador, el manillar... y el cable se seguía resistiendo a pasar.

"El cable pasa por mis..."

Eso fue todo lo que hicimos esa jornada. Puede parecer poco, pero estuvimos el día entero con su preceptiva parada para almorzar.

Subo otra foto en referencia a la entrada anterior. Como se dijo, se aplicó un producto convertidor de óxido a la parte interna del chasis. Una vez seco por completo el quedó así: (Recordad que era blanquecino)

Interior del chasis.

Puede dar aspecto de sucio, pero al tacto es casi como plástico. Todo lo que antes era "polvillo" se ha convertido en una costra dura que protege al chasis de la oxidación. El acabado a mi parecer es bastante bueno.

Y por último, tras un día un poco "frustrado" en cuanto a espectativas de resultados, llegó la alegría del día:

Llavero y mechero. ¡Lástima que no fume!

Una amiga me ha regalado por mi santo esta chulada. Dentro de una caja muy original venían un llavero y un mechero de Vespa. Son muy detallistas e imitan el diseño del frontal de una Vespa. Además, aparece el escudo antiguo, el de la "P", no el de el hexágono, igual que la Vespa que estamos intentando restaurar. En fin, una pasada. Cosas como estas hacen que uno se motive más para seguir restaurando la moto. 

¡Muchísimas gracias!

Mucho trabajo y pocos resultados

Sábado 10 de marzo.

Hoy hemos estado haciendo varias cosas.

• En primer lugar, intentar terminar con el decapado. Está costando mucho. Además, de una semana para otra ha aparecido una fina capa de óxido, luego trabajo doble. Para evitar que nos vuelva a salir óxido en el tiempo que no se le haga nada a la moto, hemos dado con imprimación las partes ya decapadas. La verdad es que motiva bastante, porque la moto decapada no tiene muy buen aspecto y la imprimación le da uniformidad a la chapa. A día de hoy están decapadas aproximadamente dos terceras partes de la moto. Así está quedando:

Imprimación azul: costará mucho pintarla de blanco...

• También hemos aprovechado para pintar con pintura acalórica para hornos el cubre cilindro, la tapa del volante magnético y la tapa del cangrejo de los cambios (tuve que comprarla, 2€). Decir que estaban todas las piezas lijadas de antes, pero no tenía aún dicha pintura. El resultado ha sido este:

Una vez se limpie todo con gasoil quedará perfecto.

• Por último se le ha dado una capa de un producto convertidor de óxido al interior del chasis y a otras partes que lo necesitaban. El estado del interior del chasis era magnífico. La suciedad y la gasolina que perdía el depósito han hecho que por dentro estuviera prácticamente impecable. Pero por si acaso, hemos dado una capa generosa de este producto. Lo que he leído que hace es que convierte el óxido de hierro en óxido de zinc mediante un proceso químico y hace que la oxidación no vaya a más:

Recién aplicado es blanco, al reaccionar se vuelve negro todo.

También aprovecho para decir que ya se ha elegido el color de la moto: un blanco hueso, parecido al que llevan los Mini de ahora.

Material de pintura, comprado en una fábrica de Alcantarilla.

Pintura monocapa, disolvente de poliuretano, endurecedor acrílico, Xylazel transformador de óxido, cuatro lijas del nº 600, aparejo y el vaso de mezclas. 

TOTAL: 83,97€